Una nueva vida tras Filomena.

En la escuela realizamos trabajos de toda índole, da igual la calidad inicial del material que traen los alumnos, siempre trabajamos para llevarlos a nivel ‘Kokufu’.

Recordad que ‘NO HAY MATERIAL INSERVIBLE, SÓLO MÁS TRABAJO POR HACER’.

Este es el caso del material de hoy. Un Ficus de tamaño mediano que desafortunadamente, tras el paso de Filomena, sufrió las consecuencias de las bajas temperaturas y secó todo el tronco.

Si embargo, rebrotó de la base en su lucha por sobrevivir.

Así llegó el jueves pasado a la escuela.

Como todos los jueves, nos dispusimos a comenzar la clase y esta vez llegó un reto diferente. Como véis, el pobrecito secó todo salvo las raíces y decidimos darle una segunda oportunidad real de ser un buen bonsái en el futuro, así que…sacamos la sierra.

Separamos lo vivo de lo muerto.
Esta es la parte más grande de lo que sobrevivió.
Estas tres partes son las que se salvaron del hielo.

Podríamos hacer bonsáis individuales o multitroncos, pero se decidió hacer un único bonsái uniendo las tres partes para formar un estilo kabudachi.

Así que nos pusimos manos a la obra con el bricolaje:

La unión hace la fuerza.

Se atornillaron las tres piezas juntas aprovechando los cortes rectos que nos permitían acercarlos perfectamente. Con el posterior crecimiento de troncos y raíces se fusionará toda la base y podremos alcanzar nuestro objetivo.

Así quedó tras el trabajo.

Ahora lo dejaremos crecer tranquilamente durante un mes o dos y entonces comenzaremos su formación seleccionando los troncos y ajustaremos el frente si no es este el ideal. La maceta es grande para proporcionar el vigor necesario y permitirnos ir a buena velocidad en la formación.

Pequeño collage que hizo su dueño.

Con un poco de imaginación, la técnica correcta y el tiempo que sea menester, cualquier material puede llegar a ser un bonito bonsái. En este caso, sólo es el primer paso de muchos. Esperamos poder ofreceros su evolución en un futuro cercano.

Gracias por leer nuestro blog, con el que deseamos que podáis aprender técnicas y trucos de cualquier nivel para mejorar vuestras colecciones.

Estos días de lluvia, a veces, nos obligan a hacer una pausa en ciertos trabajos en lo que esperamos a que se sequen las ramas y hojas para trabajar nuestros bonsáis sin la incomodidad de que estén empapados, pero no olvidemos que AGUA DEL CIELO NO QUITA RIEGO.

Nos vemos en la siguiente publicación.

Un saludo.

David.


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¡Ya tenemos las fechas de la temporada que viene!

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