Hola de nuevo.
En esta ocasión vamos a recuperar un trabajo realizado esta primavera dentro de nuestro servicio Trabajamos tu árbol sobre una azalea japonesa.
Su aspecto en junio de 2017. Está acabando la floración, por lo que es el mejor momento para trabajarla. En nuestra zona, a 1100m de altitud sobre el nivel del mar, el límite está en julio, si entramos en ese mes, nuestra azalea no producirá tantas yemas de flor como seguramente deseemos. Tened esto en cuenta si vivís en un clima frío. Tal vez debáis disfrutar menos tiempo de la floración de vuestra azalea.
En el estado de la primera foto es muy difícil hacerse una idea de qué pasos seguir con el diseño del árbol de modo que vamos a cortar, como si de un seto se tratase, a la altura de la base de las flores, con cuidado de no cortar alguna rama gruesa. Ahora analicemos el árbol:
El nacimiento del tronco es muy bonito con una primera rama gruesa y bonita naciendo idealmente. Debemos dejar que se vea.
Esta rama va a determinar el diseño del árbol para acompañar el movimiento del tachiagari que gira en esa dirección. Igualmente deberemos dejar que se vea su nacimiento.
El nebari es muy bueno.
Esta rama frontal deberá ser eliminada para poder ver el nacimiento de la primera rama y el tachiagari del árbol.
Mucho mejor.
Esta rama frontal impide la vista de parte del tronco así como del nacimiento de la Shashi-eda. Pero no la cortaremos porque dejaríamos demasiado hueco, además el tronco en esa zona tiene poco movimiento, por lo tanto usaremos esta ramita para disimularlo.
Ahora empezaremos con la poda de tridentes (normalmente se acumulan brotes de tres en tres. ¡En las azaleas pueden llegar a acumularse más de diez!), dejaremos solo dos brotes naciendo del mismo punto, eso incluye al tronco o al eje de la rama en cuestión. Así vamos a formar una estructura en forma de «Y» lo que nos va a evitar abultamientos antiestéticos. Recordad que si podamos una rama gruesa en nuestras azaleas debemos dejar un tocón que rebajaremos una temporada después para evitar retiradas de savia.
La primera rama antes de la poda y el alambrado.
Ahora todos los brotes están bien orientados recibiendo luz y aireación por igual para obtener una salud perfecta.
Ahora vamos a afinar nuestro diseño.
Hemos recortado el ápice, que era muy voluminoso y hemos recolocado la primera rama.
La rama frontal que dijimos que debíamos apartar.
¡Problema resuelto!
De nuevo rajustamos el ápice para acompañar mejor el movimiento del árbol hacia la izquierda. Para ello, el árbol también debería estar plantado un poquito más a la derecha.
¡Deseamos que os guste!
¡Hasta la próxima!
David.