¡Hola!
Volvemos con un nuevo diseño realizado para nuestro servicio Trabajamos tu árbol.
Como se ve, el árbol crece tumbado. A la derecha tenemos dos ramas, la más baja se va hacia atrás y envuelve a la rama que nace encima de ella. Deberemos desenredar ese entuerto para poder formar nuestro diseño.
La rama central, tras sacarla del abrazo de la primera rama, la volveremos hacia el tronco para después llevarla hacia la parte trasera.
La rama de la izquierda deberemos aproximarla al tronco para unificar el conjunto y, la parte superior, la levantaremos y la llevaremos hacia adelante. El pino lo vamos a levantar desde atrás para que se incline hacia adelante.
¡A enrafiar!
Tuvimos que hacerlo así porque no nos llegaba la rafia hasta la punta de la rama debido a la longitud de la misma. Al estar las ramas enredadas y muy cercanas, hasta casi dos horas después no pudimos empezar a doblar.
Ya liberamos la segunda rama del tentáculo de la primera. Ahora enrafiaremos el ápice porque nos estorba para llevar esta rama hacia atrás y ya lo llevaremos hacia arriba y adelante matando dos pájaros de un tiro.
Por la posición del plantado y a causa de que el cajón de madera se deshacía al anclar los tensores, hubo que hacer un saca-mete (sacamos el cepellón del tiesto, lo giramos y lo metemos en el nuevo recipiente molestando a las raíces lo mínimo posible). De este modo podremos trabajar la rama trasera con comodidad.
Se ve un poco confuso todavía, pero al posicionar el resto del verde veremos el espectacular cambio de este pino silvestre.
Veamos algunos detalles de las curvas obtenidas tras el trabajo:
Este nuevo bonsái ha entrado por la puerta grande. El cambio es asombroso, hasta el punto que, cuando entregamos el árbol a su dueño ¡se pensaba que no era suyo!
Esperemos que os haya gustado tanto como a nosotros.
Ya estamos deseando verlo en maceta de bonsái, pero eso no será hasta la primavera de 2020.
¡Un saludo y hasta pronto!
David.
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